Si alguien cree que Richard Matheson era solo un hombre "de palabras" y que Duel, por ser una obra esencialmente visual, es producto solo del oficio de Spielberg, debería dar un vistazo al guión original de Matheson.
Duel es un bonito ejemplo de arte surgido del barro de la cultura "pulp". En su origen, apenas un cuento de revista (publicado por Matheson en Playboy) convertido en telefilme por encargo.
Matheson adaptándose a sí mismo. En el otro extremo, Matheson destrozado por otros: la horrible adaptación de Soy leyenda perpetrada por Mark Protosevich y Akiva Goldsman y protagonizada por Will Smith.