Escucho una entrevista a Michael Nyman en Radio 3. Le preguntan por los cineastas del Dogma, que hacen obras sin música, y él responde con elegancia que, en su extremismo, estos directores son sabios porque al dejar fuera la música comprenden su impacto.
Puesto en su lugar, yo habría dicho que el silencio es uno de los elementos posibles de la música. Lo que hacen los dogmáticos no es otra cosa que grabar bandas de sonido compuestas de ese único elemento.